Se denomina energía agrovoltaica a la posibilidad de aprovechar un terreno de cultivo para instalar paneles fotovoltaicos.
No cabe duda que esta es la alianza estratégica entre la agricultura y la energía solar. Dos actividades que contribuyen a la sostenibilidad. ¿Te gustaría conocer su funcionamiento y ventajas? En este post te mostramos todo lo necesario acerca de energía agrovoltaica y sus capacidades de futuro.
¿Qué es la energía agrovoltaica?
Si la energía fotovoltaica trae consigo diversos beneficios, imagina si pudiesen encontrarse sinergias al utilizar el mismo terreno dónde se encuentran instalados los paneles solares para fines de cultivo. Es lo que se conoce como la energía agrovoltaica o agrofotovoltaica y trata de hacer todavía más sostenible el sector de las energías renovables.
De esta forma, se genera una relación de simbiosis, puesto que las necesidades de energía que precisan las labores agrícolas pueden ser cubiertas por la electricidad generada en la propia planta. A su vez, el propio terreno de cultivo es utilizado para dos fines compatibles y ecosistémicos.
Para conseguir una elevada potencia fotovoltaica es necesario instalar un cierto número de paneles solares; y para ello es necesario espacio. De ahí que sea una buena idea aprovechar las superficies agrícolas para estas actividades.
Tan sólo es una muestra de cómo la transición energética puede integrarse y ser compatible con otras actividades que favorezcan la biodiversidad y contribuyan a cumplir los objetivos de desarrollo sostenible establecidos por la ONU.
¿Cómo funciona la energía agrovoltaica?
Uno de los problemas de instalar placas solares en un terreno de cultivo es, por una parte, que resta espacio a la propia superficie; por otro lado, dificulta el manejo de maquinaria agrícola.
Para solventar estos inconvenientes, sencillamente se instalan los paneles fotovoltaicos a una distancia del suelo mediante soportes fijos (unos 5 metros). Incluso pueden ser instalados en la parte superior de un invernadero.
La cuestión es no interrumpir las actividades agrícolas y ocupar el mínimo suelo posible. Además, es necesario que los paneles solares no ensombrezcan la plantación.
En realidad, los cultivos reciben un poco menos de luz y puede afectar a la productividad de la plantación. Sin embargo, también protege contra insolaciones, granizo y otras inclemencias climatológicas que pueden dañar los cultivos.
En algunos tipos de plantaciones es incluso beneficioso que exista un techo de placas solares. No obstante, aunque no fuese el caso, los pequeños problemas que puede generar se ven compensados con creces:
- Aprovechamiento de la energía generada.
- Los paneles sirven como soporte para las aves.
- Uso de tecnologías ligadas a las energías renovables que pueden aumentar la producción (como el big data o la inteligencia artificial).
De cualquier modo, las instalaciones fotovoltaicas ya cuentan con sistemas de seguimiento y tienen la capacidad para reorientar las placas solares con el fin de proyectar sombra de una forma adaptada a las necesidades de las plantaciones. También tienen en consideración las condiciones meteorológicas (por ejemplo, permitir el aprovechamiento de la lluvia).
¿Cuáles son las ventajas de la energía agrovoltaica?
Sencillamente, la idea de combinar un manejo sostenible de la tierra con la posibilidad de generar energía limpia sólo puede aportar valor.
El sector agrícola se suma a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la lucha contra el cambio climático y la conservación de la naturaleza. Algo que, sin duda, les beneficia.
Por otro lado, conseguir aumentar la productividad del suelo, pudiendo ser utilizado para dos actividades sostenibles, produce que se disminuya la presión sobre los ecosistemas. Se trata de un mejor aprovechamiento de los recursos naturales.
El método de la energía agrovoltaica también puede ser utilizado en otras actividades primarias. Por ejemplo, instalar paneles solares sobre un suelo destinado a servir de pasto para el ganado. De hecho, ya se habla de invernaderos fotovoltaicos.
Ahora bien, una de sus principales ventajas es el aprovechamiento de la electricidad generada para cubrir las necesidades de la agricultura, por ejemplo, conseguir agua dulce que sirva para regar. Esto se debe a que la energía fotovoltaica puede alimentar una planta desalinizadora.
Las ventajas energéticas tienen un impacto económico directo en el precio de producción, por consiguiente, gracias a la energía agrovoltaica pueden obtenerse alimentos más baratos.
Es más, se han realizado estudios sobre un invernadero fotovoltaico destinado a la plantación del tomate y las conclusiones han sido claras: una disminución del rendimiento anual, pero un considerable aumento de los ingresos.
Conclusiones
A priori, podemos concluir que la energía fotovoltaica trae consigo más beneficios que desventajas:
- Reducción de gases de efecto invernadero.
- Mejor utilización de los recursos terrestres.
- Contribución con la biodiversidad y los ecosistemas (protección de abejas y otros insectos polinizadores).
- Posibilidad de utilización en suelos destinados a otras actividades primarias (por ejemplo, los pastos para la ganadería).
- Mejora de la productividad agrícola debido a tener las necesidades energéticas cubiertas.
- Posibilidad de conseguir alimentos más económicos.
Sin embargo, es necesario continuar con los avances en este campo para conseguir la máxima productividad agrícola con el mayor aprovechamiento de la energía solar. Puedes contribuir directamente con este desarrollo invirtiendo en energías renovables. Si quieres cuidar el planeta, a la vez que consigues una rentabilidad por tus ahorros, regístrate en Flobers.