Existen unas sencillas maneras de cuidar el planeta y que puedes poner en práctica desde ahora mismo.
El deterioro del medio ambiente es un problema que nos afecta a todos. Cada vez un mayor número de países están sufriendo sus consecuencias, provocando una serie de catástrofes que afectan a los derechos humanos (hambrunas por sequías, destrucción del patrimonio por tormentas cada vez más agresivas, aumento de la desigualdad, problemas respiratorios por causas asociadas a la contaminación, etc.). La propia ONU ha tomado cartas en el asunto.
Por otra parte, la buena noticia es que la solución también se encuentra en nuestras manos. Por estas razones, es interesante que prestes atención a las 8 maneras de cuidar el planeta que te exponemos a continuación.
8 maneras de cuidar el planeta
#1 Apuesta por las energías renovables
Una de las maneras de cuidar el planeta es fomentar el uso de energías renovables para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Bien sea instalando en tu propio hogar placas fotovoltaicas o contribuyendo con algún proyecto.
Además, la inversión en energías renovables te proporciona rentabilidad a la vez que cuidas del medio ambiente. Si optas por el autoconsumo, no sólo reducirás la factura de la luz, sino que además puedes vender el excedente a la red eléctrica.
#2 Di NO a las bolsas de plástico
Si obtienes una bolsa de tela y la llevas siempre contigo cuando vas a hacer la compra, reutilizándola, estarás aportando tu granito de arena para evitar el uso del plástico y la contaminación.
El plástico no sólo es un residuo que tarda 500 años en desintegrarse, difícil de reciclar y responsable de la contaminación de los océanos, sino que además se fabrica con petróleo.
Por otra parte, si llevas tu propia bolsa de tela para la compra, te ahorrarás esos céntimos que cobran por las bolsas de plástico.
#3 Practica el consumo responsable
Esta medida no sólo es útil para cuidar el planeta, también lo es para cuidar tu economía personal. Aunque, a decir verdad, todos los tips que estamos ofreciendo te proporcionan un beneficio indirecto. Una razón más para ponerlas en práctica cuanto antes.
En muchas ocasiones nos dejamos llevar por la tendencia y compramos enseres que no son verdaderamente útiles. Estos productos, al margen de que consumen recursos durante su producción, tienen una vida útil limitada y después pasan a ser residuos (en un porcentaje).
Tu paso por este mundo deja una huella medioambiental. Intenta reducirla comprando sólo lo necesario y evitando los artículos desechables.
#4 Piensa antes de tirar algo
En la misma línea del punto anterior, ¿qué sucede cuando algo ya no sirve? La tendencia general es tirarlo sin más, sin pensar en el coste medioambiental de su fabricación y su inutilización.
Por este motivo, antes de tirar cualquier cosa, piensa lo siguiente:
- ¿Puedo repararlo antes de comprar otro nuevo?
- ¿Puedo reutilizarlo y darle una segunda vida?
- ¿Puedo reciclarlo?
Si tienes algo que no utilizas, siempre puedes ponerlo a la venta en una plataforma de artículos de segunda mano.
#5 Vigila tu alimentación
¿Sabías que la producción de alimentos también tiene un impacto medioambiental? Simplemente el transporte que precisan supone emisiones de CO2.
Los alimentos de temporada, además de ser más saludables, contribuyen con esta causa. También puedes fomentar la producción local y consumir productos de tu zona para evitar el transporte.
Todos los alimentos necesitan agua y energía para su producción, pero algunos sufren un proceso de transformación y este consumo se intensifica. La ONU recomienda aumentar la ingesta de alimentos de origen vegetal, puesto que este tipo de alimentos tienen un menor impacto sobre el cambio climático en comparación con los de origen animal.
#6 Cambia tus hábitos de transporte
Si te paras a pensar, estamos seguros que te acordarás de muchas situaciones en las que podrías haber evitado el uso del transporte privado.
Puedes utilizar la bicicleta para moverte por tu ciudad o un autobús para desplazamientos algo más largos. Nunca viene mal andar un poco para hacer un pequeño recado. También tienes opción de compartir el automóvil para ir al trabajo o cualquier evento. En realidad, tienes multitud de alternativas para reducir las emisiones de CO2.
Al precio que está el combustible, estamos seguros que esta medida te resultará de las más interesantes. Tu bolsillo y el planeta te lo agradecerán. Sólo tienes que proponértelo.
#7 Reduce tu consumo eléctrico
También es una de las mejores formas de ahorrar, puesto que la electricidad ha experimentado una gran subida de precio.
Con unas sencillas acciones, notarás grandes resultados:
- Instala bombillas LED.
- Controla la temperatura y programa el tiempo de la climatización.
- Puedes utilizar mantas para abrigarte en lugar de calefacción.
- Aprovecha la luz solar todo lo que puedas (es gratis).
- Vigila la eficiencia de tus electrodomésticos.
- Mantén tu frigorífico ventilado en su parte trasera y sin polvo. Asegúrate de que no tenga escarcha.
- No dejes luces, televisión o equipos electrónicos encendidos.
- Ajusta la potencia a tus necesidades.
#8 Ahorra agua
Al igual que sucede con la electricidad y el combustible, el ahorro de agua es una de las maneras para cuidar el planeta más sencillas y que mayores beneficios tienen para tu economía.
Simplemente utilizando la lavadora de forma eficiente, no dejando grifos abiertos, optar por una ducha en lugar de baño y utilizando reductores de caudal, contribuyes enormemente con esta causa. Las aguas subterráneas se ven amenazadas ante la creciente demanda, lo cual puede traer consecuencias graves para el medio ambiente.