Muchas veces se le ha atribuido a Albert Einstein la cita de que “el interés compuesto es la fuerza más poderosa del universo”, o “la octava maravilla del mundo, quien lo entiende gana, quien no lo entiende paga”. Y muchas son las veces que nos llega la pregunta de cómo podemos conseguir que aumente nuestro capital.
Como inversores buscamos la manera de hacer crecer nuestro dinero, pero al mismo tiempo, que este proceso nos permita mantener nuestro poder adquisitivo en el tiempo.
¿Qué es el interés compuesto?
La reinversión de tus rendimientos es la clave para maximizar al máximo tus ahorros. El concepto del interés compuesto surge cuando los intereses se suman al capital principal, y a su vez, estos intereses también generan intereses.
En la práctica esto quiere decir que: reinvertir los beneficios de una inversión de forma continuada en el tiempo nos permite maximizar nuestros beneficios. Cuantas más veces se aplica esta teoría, más se acelera este proceso de acumulación de intereses en la práctica.
Y es que, debemos tener en cuenta que ahorrar puede significar sumar, pero también significa perder una gran oportunidad de multiplicar, que es lo que se consigue al invertir y reinvertir.
¿Cuál es la diferencia con el interés simple?
El interés compuesto hace que una suma de dinero crezca a una tasa más rápida que el interés simple, porque además de obtener rendimientos sobre el dinero que invertimos, también obtiene rendimientos sobre esos rendimientos. En un mundo ideal, a todos nos gustaría que nuestros ahorros e inversiones se calcularan con interés compuesto y nuestras deudas con interés simple.
Las características que lo diferencian del simple son:
- Capital inicial: se acumula con el tiempo porque se van sumando los intereses
- Tasa de interés: se aplica sobre un capital que va cambiando
- Los intereses aumentan en cada periodo gracias a la reinversión y el ritmo al que se capitalizan
¿Cómo calculamos el interés compuesto?
Para calcularlo y ver cómo aumenta nuestro capital es necesario usar esta fórmula:
Capital final = C0 x (1+Ti) ^t
(^t = elevado por el periodo de tiempo). CO es el capital inicial, Ti es la tasa de interés anual y t es el tiempo que durará la inversión.
Si hiciéramos una inversión de 1.000€ a un interés del 7% teniendo en cuenta la lógica del interés compuesto en un periodo de varios años tenemos un claro ejemplo de la diferencia con el interés simple. Lo podéis ver en esta tabla:
Como se aprecia en este ejemplo, el compuesto te permitiría multiplicar y hacer crecer tu inversión mucho antes que el interés simple.
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¡Feliz inversión!