¿Quieres empezar a invertir y no sabes cómo? En este artículo te vamos a mostrar los pasos necesarios. Además, también te mostramos los motivos por los que debes tener presentes a las energías renovables al diseñar tu cartera de inversión.
Si continúas leyendo, descubrirás que existe una solución para particulares que buscan cómo ganar dinero invirtiendo en energías renovables. Especialmente útil para aquellos que no tienen experiencia en este campo y quieren comenzar a invertir.
¿Cómo empezar a invertir?
Invertir es una actividad obligada, se trata de una necesidad para hacer frente a la inflación y no perder tu poder adquisitivo con el paso del tiempo.
Sin embargo, antes de empezar a invertir es necesario definir bien tu estrategia, seleccionar los activos y aprovechar las tendencias que se dan en el largo plazo. Sólo tienes que seguir estos pasos.
#1 Establece tus objetivos
Seguramente tienes un pequeño capital o bien quieres constituirlo y gestionarlo adecuadamente. Pero, ¿para qué estás ahorrando?:
- ¿Para crear un fondo de emergencia?
- ¿Con vistas a tu jubilación?
- ¿Para pagar algo determinado en el futuro (por ejemplo, comprar un coche)?
Definir claramente tus objetivos es la primera tarea antes de empezar a invertir, porque te dará una gran cantidad de pistas y te ayudará posteriormente a seleccionar los activos y el tipo de inversión que necesitas.
Por ejemplo, si tienes un ahorro y su finalidad es servirte como fondo de emergencia, deberías optar por inversiones extremadamente conservadoras y que permitan tener el dinero disponible en todo momento.
Constituir un capital para rentabilizarlo y obtener ingresos pasivos es un objetivo diferente. Pero ambos son compatibles: puedes tener un fondo de emergencia y destinar otra partida a inversiones más rentables.
#2 Define tu perfil de riesgo
Es importante que te conozcas como inversor e identifiques tu tolerancia a asumir riesgos. Tienes que tener presente que la rentabilidad está directamente relacionada con el riesgo. Cuanta mayor sea la rentabilidad de un activo, mayor riesgo tendrá.
En síntesis, tienes que determinar tu perfil de riesgo. Existen tres tipologías básicas y generalizadas:
- Conservador: opta por las inversiones más seguras, pero menos rentables.
- Moderado: tiene un cierto equilibrio entre rentabilidad y riesgo. Busca un plus de rentabilidad para sus ahorros, pero mantiene su portfolio de inversión estable.
- Agresivo: en este caso prima la rentabilidad por encima del riesgo. No se debe confundir con un kamikaze que descuida el riesgo. Siempre mantiene el riesgo bajo control, pero tiene capacidad para asumir inversiones más volátiles y, por lo tanto, más rentables.
#3 Analiza y selecciona los activos financieros
En los pasos anteriores has evaluado tu situación personal, el punto de partida y el punto hacia dónde quieres llegar. También tienes una idea clara de qué tipo de activos financieros son los más adecuados para ti.
Ahora es el momento de ir reduciendo este universo de activos financieros a aquellos que resulten más adecuados a tus objetivos, preferencias y necesidades como inversor.
Para ello es necesario tener cierta capacidad de análisis, además de tiempo para llevarlo a cabo. Sobre todo, tienes que informarte bien y no precipitarte. Ten siempre presente la seguridad de que inviertes en proyectos o activos regulados.
En este aspecto, puede ser útil que cuentes con asesoramiento y apoyo profesional. Sin embargo, descubrirás que existen oportunidades de inversión gracias a los cambios y tendencias que se están produciendo en la sociedad.
#4 Decide la asignación de capital
Conforme vayas detectando y seleccionando activos financieros, te enfrentarás a otros desafíos: ¿cuánto invierto en cada uno de ellos?
Diversificar tu inversión en una cartera con múltiples tipos de activos es una buena idea, puesto que reduce el riesgo. No obstante, tienes que pararte a pensar el peso que le otorgas a cada uno de ellos.
Para llevar a cabo esta tarea no pierdas de vista tu perfil de riesgo y ten previstas tus necesidades de liquidez.
Por ejemplo, si encuentras una inversión interesante y rentable, quizá sea una buena idea destinar una pequeña parte de tu capital. Pero procura que la cartera global tenga una clara orientación hacia el perfil de riesgo que has definido anteriormente.
# 5 Realiza los ajustes oportunos
Una inversión no funciona por sí sola, es necesario gestionarla y mantenerla optimizada. Por ello, tienes que valorar qué activos ya no cumplen las condiciones por las que fueron seleccionados, cuáles son más interesantes y deberías sobreponderar, etc.
Para realizar todo este trabajo es preciso que inviertas en activos con una total transparencia y te permitan realizar un seguimiento.
¿Cómo puedes empezar a invertir en renovables?
Son varias las ventajas de invertir en energías renovables para conseguir rentabilizar tus ahorros:
- La transición energética está en marcha. Se trata de una megatendencia que ofrece oportunidades de rentabilidad.
- Las energías renovables realmente tienen ventajas. Por ello, forman parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y están siendo impulsadas por los poderes públicos.
- Te brinda la posibilidad de ser un protagonista activo en la lucha contra el cambio climático.
- Es un sector en auge, dónde existen todo tipo de proyectos adaptados a cualquier perfil de riesgo.
Existen varias fórmulas para ganar dinero con las energías renovables, pero una de las más relevantes es a través de plataformas de financiación participativa.
Mediante una plataforma como Flobers, inviertes en un proyecto concreto, el cual ha sido examinado por los expertos de nuestro equipo para asegurar que se trata de una iniciativa de calidad. Por medio de Crowdfunding o Crowdlending puedes empezar a invertir en energías renovables desde 1000 euros con seguridad, transparencia, bajo nivel de riesgo y apoyo profesional. Además, pasas a formar parte de una comunidad con intereses afines que lucha por mejorar el planeta.