En otro post hemos comentado los diferentes tipos de crowdfunding existente, haciendo mención al crowdlending como un modelo de financiación participativa en forma de préstamo.
Sin embargo, quedaron algunas preguntas en el aire. ¿Por qué esta fórmula resulta interesante? ¿Cuáles son sus particularidades con respecto al crowdfunding tradicional? ¿Qué ventajas tiene el crowdlending? ¿Y sus desventajas?
Si sigues leyendo, encontrarás las respuestas.
¿Qué es el crowdlending?
El crowdlending sencillamente es un modelo de financiación participativa, similar al crowdfunding. Es decir, una forma de micromecenazgo.
Por ejemplo, supongamos que quieres poner en marcha una empresa o un proyecto y necesitas fondos. Puedes recurrir a los mecanismos tradicionales (bancos, business angels, private equity, capital-riesgo, etc.). Pero, actualmente, también tienes la opción de conseguir el dinero procedente de una multitud de inversores que aportan pequeñas cantidades que, en su conjunto, suman la financiación necesaria.
Gracias a las nuevas tecnologías, existen plataformas especializadas para poner en contacto a los inversores y los promotores de los proyectos y hacen viable este sistema de financiación.
Lógicamente, los inversores querrán una recompensa o un beneficio por el dinero invertido (excepto en el crowdfunding de donación). Aquí es donde se define el tipo de micromecenazgo que se aplica. ¿Se pagan intereses? ¿Tienen participación en los beneficios del proyecto? ¿Se retribuye en especie?
Así pues, hablamos de crowdlending cuando la fórmula utilizada es un préstamo. En otras palabras, el inversor no aporta capital ni tiene participación en el proyecto. Es un prestamista que espera conseguir intereses por el dinero prestado, así como la devolución del mismo cuando llegue el vencimiento. Por lo tanto, el crowlending es un “crowdfunding de préstamo”.
¿Por qué utilizar un crowdlending y no un crowdfunding?
A decir verdad, cada proyecto tiene unas características propias. No hay una fórmula mejor que otra, pero sí hay un modelo de financiación participativa que puede encajar mejor que otro, en función de las necesidades del proyecto.
El crowdfunding está diseñado para conseguir capital (equity crowdfunding). De esta forma, los inversores pasan a convertirse en socios. Está basado en establecer relaciones estables y duraderas. No tiene vencimiento y la rentabilidad normalmente es variable (según los beneficios).
En cambio, en el crowdlending (crowdfunding de préstamo), los inversores no tienen ningún tipo de participación en el proyecto. Simplemente son prestamistas que buscan rentabilidad por sus ahorros. Los promotores mantienen el control acerca del proyecto y son ellos los que toman las decisiones (lo cual puede ser beneficioso cuando se trata de iniciativas que requieren una gestión especializada). La relación del inversor con el proyecto se limita al tiempo de vigencia del préstamo y los intereses pactados pueden ser fijos.
Como hemos comentado, dependiendo de varios factores, convendrá utilizar uno u otro modelo de micromecenazgo.
¿Cuáles son las ventajas del crowdlending?
La principal ventaja del crowdlending (aunque también es extensible al crowdfunding en general) de cara a los promotores o empresarios es que le permite conseguir financiación para sus proyectos con menores costes que el sistema tradicional. Es decir, los préstamos bancarios.
Por otra parte, los inversores (el término correcto sería prestamistas) pueden conseguir mayores intereses de lo que están ofreciendo los depósitos bancarios o algunos instrumentos de renta fija.
Podríamos afirmar que, en el sistema tradicional, básicamente es la banca la que obtiene beneficios. Por un lado, presta a altos intereses y, por otro, no ofrece rentabilidades atractivas por los depósitos a plazo fijo. En muchos casos, no llegan a superar la inflación.
Los bancos, hasta ahora, eran los encargados de hacer llegar la financiación a particulares y pequeñas empresas, consiguiendo rentabilizar esta actividad.
¿Qué sucede cuando el banco reduce el crédito y endurece las condiciones? Sencillamente, muchas empresas se ven afectadas por no poder acceder a financiación. Pero esta situación, afortunadamente, está cambiando. Con la llegada de mecanismos, como el crowdlending, los modelos financieros se han democratizado y la dependencia bancaria es menor.
Asimismo, conseguir financiación en mejores condiciones, permite a los promotores de los proyectos destinar más recursos a mejorarlos y hacerlos más interesantes; lo cual beneficia también a los inversores.
Por estos motivos, el crowdlending es una seria alternativa al sistema de préstamo bancario.
¿Cuáles son los riesgos el crowdlending?
Sí, como todo tipo de inversión. No existe ningún sistema, ni activo, ni mercado financiero perfecto. Todos presentan algún punto débil.
En el caso del crowdlending, los riesgos son muy parecidos a los que pueden tener los activos de renta fija (puesto que son emisiones de deuda).
El primero de ellos, y quizá el principal, es el riesgo de crédito o riesgo de contraparte. Se define porque el prestatario (el promotor del proyecto) entre en una situación de insolvencia y no cumpla con sus compromisos de pago.
Este riesgo puede mitigarse si utilizas una plataforma crowdlending que te permita seguir el proyecto de forma transparente y esté formada por especialistas en el sector específico. De este modo, previamente se habrá realizado un análisis sobre la viabilidad del proyecto.
Por otra parte, también tienes riesgos tales como la inflación y subidas de tipos de interés. Pero estos suelen estar más relacionados con que pierdas rentabilidad y no tu dinero.
Lo principal para invertir en crowdlending con cierto grado de seguridad es conocer el proyecto y tener la capacidad para seguirlo. Por ello, es fundamental contar con una plataforma que te preste estos servicios.